Y al fin...TU!

 Tenías 3 días.


Y al fin TÚ!
No me lo podía creer, estabas apoyada en mi pecho, completamente desnuda, toda arrugadita y morada, tan linda mi niña, te conté todos y cada uno de tus pequeños deditos, estaban todos (para un absurdo alivio, ya que te habría querido exactamente igual hubieras tenido tres que trece !), son cosas que se hacen sin saber muy bien porqué..

24 HORAS ANTES:

Día 29 de abril de 2010

Según los cálculos de la matrona la fecha prevista para que nacieras era el 28 de Abril, así que "cumplida" la fecha y con contracciones más o menos regulares (aunque nada dolorosas, de momento) nos fuimos para el hospital.

Cuando llegamos sobre las 10 de la mañana tan solo había dilatado 1 cm, pero ya estabas en camino, la matrona que nos atendió, nos dijo muy amablemente que el hospital estaba a tope, que teníamos dos opciones, quedarnos y que ellas doblaran una habitación (con los inconvenientes de tener compañera de cuarto, que ya se sabe...en fin, que en esos momentos te apetece un poco de intimidad y libertad de movimientos y de expresión, y con una persona que no conoces de nada en un espacio tan reducido...) así que optamos por la segunda opción que era irnos a dar un paseito y volver por la tarde, así que nos fuimos a casa de los abuelos, comimos tranquilamente, fuimos a dar un paseito (que ya nos habían dicho que para la dilatación venia muy bien andar...jeje!)

Sobre las 9 de la noche ya las contracciones se notaban bastante más y eran más seguidas, así que nosotros muy obedientes volvimos a ir a urgencias, pero cuando llegamos la matrona de por la mañana ya no estaba y había una diferente....en que momento....

Cuando entré a monitores a ver la frecuencia uterina y tus latidos no fue muy amable que digamos... apenas me los puso durante 5 minutos y me dijo que todavía estaba la "cosa muy lenta", vamos que esa noche y según ella al día siguiente todavía no habrías nacido....y cuanto se equivocaba...

Me dijo que me pinchaba un Nolotil y que me fuera a casa, que no podía estar viniendo cada media hora al hospital, le explique lo que me dijo la matrona de por la mañana, que me insistió en que volviera por la tarde, y que allí estábamos, así que me dijo que si no quería el Nolotil que me fuera a casa directamente y que no molestara más.

Así que de nuevo muy obediente nos fuimos  a casa (sin Nolotil, por supuesto, y con un poquito de indignación en el cuerpo por el trato recibido), las contracciones cada vez eran más dolorosas y cada menos tiempo, Papá y yo las íbamos apuntando en un papel, cada cuanto eran, cuanto duraban...la teoría nos la sabíamos muy bien!!

Cenamos en casa de los abuelos,nos fuimos a la cama, que no a dormir, porque yo estaba...ains como estaba, cada 5 minutos tenia una contracción, además empecé a vomitar del propio malestar...vamos, un cuadro!
Papá insistía en ir al medico, yo me negaba, le decía que todavía estaría la matrona de antes, que me trataría mal otra vez, y me volvería a mandar a casa, así que para que ir...pero ya una de las veces que me levante de la cama para ir al baño Papá fue a la cama de los abuelos y les dijo que nos marchábamos a urgencias que ya la cosa se estaba poniendo a punto digamos.

No me quedó más remedio, las hormonas del embarazo y el miedo que me estaba empezando a entrar de que veía que el momento del parto se acercaba hicieron su trabajo y empecé a llorar...si a llorar, estaba muerta del miedo, atacada de los nervios y encima a cada contracción me doblaba del dolor (luego supe que tuvimos parto de riñones...), así que empecé a llorar y a cada rato que me acordaba de que cuando llegáramos al hospital volvería a estar la misma matrona, volvía a llorar......

Eran las 2 de la madrugada y llegamos al hospital, nada más ver a la matrona me dí la vuelta y me quise ir..sólo pensaba que si era ella la que me iba a atender en el parto lo iba a pasar fatal, así que nada más vernos, ya puso mala cara, me pasó a monitores de nuevo y tras 5 minutos escasos salimos y nos dijo: "la voy a dejar ingresada para que no estén viniendo cada media hora, pero vamos, que no está de parto" ; con esas palabras tan alentadoras nos llevaron a una habitación, y allí nos dejaron, eso sí antes de irse me dijo la matrona: "Ah! y esto te va a doler, así que no nos estés llamando cada dos por tres" (toma ánimos)

Les dijimos a los abuelos que se marcharan a casa, que si todavía hasta días después no ibas a nacer que descansaran que allí no solucionábamos nada todos juntos a las 3 de la mañana, así que eso hicieron, se marcharon a casa y nos quedamos Papá y yo solos ante el peligro..jajja!

Allí pasaban las horas y nadie venía, yo empezaba a sentirme exhausta, a cada contracción, vomitaba, llegando incluso en algunos momentos a perder el sentido por el esfuerzo y por la falta de hidratación (no me dejaban beber agua, estaba vomitando y no me pusieron suero intravenoso), viendo como se iba desarrollando la madrugada Papá llamó a las enfermeras para decirles que me dieran algo de beber o me hidrataran de alguna manera porque ya estaba agotada, y yo sólo pensaba...madre mía y se supone que aún no he empezado a dilatar..pues cuando sean contracciones de parto me muero!

Una hora después de avisarles vino un medico y desde la puerta (no se acerco ni siquiera a mirarme) me dijo muy claramente que los vómitos eran normales, que cuando diera a luz se me pasarían, ¡toma ya! si eso ya lo  sabia yo también...pero no estaría de más haberme hidratado un poquito, por aquello de aguantar todo lo que quedaba....

Bueno, pues aquel médico igual que vino, se fue y de nuevo nos quedamos tu padre y yo solos en aquella habitación de hospital, ya eran casi las 5 de la mañana y la cosa seguía igual, las contracciones cada vez eran más seguidas y más dolorosas, ya no sabía como ponerme, como respirar, intentaba acordarme de las clases de preparación al parto, pero era imposible concentrarme en nada en aquellos momentos, solo quería que terminase ya...y según los médicos todavía no habíamos empezado, yo pensaba que de aquella me moría, ríete Alba si quieres, pero lo pensaba de veras.

Ya son las 7 de la mañana, no se como pero ya han pasado dos horas más, solo pienso que cada contracción que tengo es una menos para que nazcas y por fin todo habrá terminado, bueno acabara de empezar en realidad..

Aparece por la puerta una nueva matrona, le digo entre suspiros, vomitos y contracciones que a las 9 de la noche me ofrecieron un Nolotil y no lo quise, pero que ahora aceptaba cualquier cosa con tal de que el dolor parase, pero me dice muy animada ella que mejor me mira, y que según esté de dilatación me ponen la epidural y en un par de horas ya estas con nosotros, le dejo hacer y encantada de la vida me dice que ya estoy de 3 cm.!!! que en 10 minutos viene un celador a por mi y me llevan a la sala de dilatación, yo no quería ponerme la epidural, me daba terror, pero me dolía tanto...estaba echa un lío, siempre quise un parto natural, el hecho de que me tuvieran que pinchar con una aguja en la espalda no me entusiasmaba lo más mínimo...y siempre dije que toda la vida se había parido sin epidural, así que yo también lo haría, pese  a todos los comentarios en contra que tenía que escuchar, que no sabía lo que decía, que la pediría a gritos..en fin, eso es otra historia que ya te contaré otro día.

Donde estábamos...ah sí! en que vendría un celador a por mí...bueno pues ahí nos quedamos, porque no vino NADIE! como lo oyes...NADIE!

Ya habíamos avisado a los abuelos y los yayos de que estabas en camino (más o menos) así que en nada se plantaron en el hospital, papá se bajo a tomar un café con el yayo y el abuelo, (la noche había sido larga) y la abuela y la tía se quedaron en la habitación conmigo haciendome de comadronas, me daban masajes en los riñones cuando tenía una contracción, me acariciaban la cara, el pelo, me daban ánimos...en fin! que tuve dos enfermeras espectaculares, nunca les estaré del todo agradecidas por aquello.

De pronto y sin previo aviso le digo a la abuela: "¡Mamá, tengo ganas de empujar!", así que no se lo pensó dos veces, llamó corriendo a las enfermeras y vinieron deprisa a por mí, ya estabas cada vez más cerca...podia sentirte entera, empujando, con ganas de vivir, de salir..

Eso pasó a las 9.40, la tía llamó corriendo a papá para que subiera, papá subió corriendo (aún más nervioso que yo si era posible) y me llevaron a una sala de dilatación (inutil ahora que ya estaba dilatada), miraron tus latidos (por primera vez en 8 horas desde que habíamos ingresado), y me tomaron las huellas para la ficha de nacimiento.

A las 9.53 minutos entrabamos papá y yo a paritorios, todo de verde él, como un flan, nervioso, asustado e impaciente por verte, y yo en una camilla, con un camisón horroroso, atacada de los nervios, muerta del dolor y más asustada que nunca en la vida por el momento que ibamos a vivir en breves, los partos en las películas son de otra manera...ahora que yo he vivido uno puedes ver las cosas desde otra perspectiva, despúes de esa noche pense que cuando la matrona me gritara el típico "¡Empuja!" sería incapaz, que no podría, que no tendría fuerzas, que estaría horas intentando dar a luz y que al final seguro tendrían que sacarte con ventosas o forceps (ingenua de mi, si hubiera confiado un poquito más en mi misma..me habría ahorrado películas mentales, que en esos momentos nada más me sirvieron para ponerme más nerviosa de lo que ya estaba, pero bueno tu madre siempre poniendose en lo peor, seguro que cuando leas esto ya me conoces un poquito y sabras que soy algo pesimista por naturaleza...)

Pero fui capaz, vaya si lo fuí, a las 10:00 ya te tenía en mis brazos, 7 minutos después de haber entrado...7 minutos!! (si el 7 antes ya de por sí era mi numero favorito, imaginarás porque ahora lo es todavía más, no?)

Tres contracciones (para ser sincera cuatro, una la desperdicié gritando cuando la matrona me puso la anestesia local para la episiotomia), cuatro contracciones bastaron para hacerte llegar a este mundo, fue rápido (no puedo decir indoloro), pero maravilloso, sentirte a cada latido, a cada empujon, ha sido lo más grande que he podido hacer como mujer, darte a luz, de una forma totalmente natural, y para recompensa mía, sin episiotomia, ni me lo podía creer cuando me lo dijo la matrona, tan solo un pequeño punto de desgarro natural, que más podía pedir! pues aún había algo mejor todavía, que la matrona tan profesional que nos había atendido de madrugada había terminado su turno y ya no estaba, asi que en el parto nos atendió una matrona maravillosa (a la que le estaré eternamente agradecida por el trato que nos dió), que como bien sabes no me gustan nada los nombres compuestos, pero aún así le dije que por ella te llamaría Alba (el nombre que elegimos para tí) Lucía (su nombre) por lo mucho que había significado para nosotros tenerla en tu nacimiento, pero me dijo que su nombre era compuesto también..así que te quedaste con ALBA, nuestra Alba.

A todo esto decirte que tu padre fue todo un campeón, no se desmayo como el temía, ni siquiera se mareo un poquito, ya sabes como es...estuvo a mi lado en todo momento, dandome unas fuerzas que me hicieron aguantar hasta el ultimo instante, ese instante en el que por primera vez te tuve en mis brazos.

Lo cierto es que ahora lo miro en perspectiva que ya no me duele, y creo que fue de la manera que tenía que ser, siempre lo quise natural no? pues ya lo tuve, lo que si es cierto que de haber sabido que tendríamos esa "atención tan personalizada" a lo mejor habíamos planteado el parto de otra manera, por que si nos descuidamos un poco, naces en casa, por que según los entendidos hasta al día siguiente nada de nada, y según el mejor entendido de todos (mi cuerpo) ese era el momento, y al final quien tiene la razón, pues el de siempre, ¿no?











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